La Vaginosis Bacteriana (VB) es la infección vaginal mas frecuente en mujeres en edad reproductiva, estimándose que la padecen entre un 15-30% de ellas. En el embarazo la frecuencia de aparición es cercana al 20%, siendo sólo superada por otro cuadro infeccioso que es la candidiasis vaginal. La VB es considerada actualmente como una infección endógena producto de un desequilibrio de las bacterias que normalmente forman parte de la flora vaginal, con una disminución en la cantidad de lactobacilos (principal bacteria de la flora vaginal normal) y un aumento concomitante de otras bacterias potencialmente patógenas (Garderella vaginalis, bacterias anaerobias y micoplasmas).
Es decir que se trata de una alteración en el ecosistema vaginal y no de una Infección relacionada con la transmisión sexual. Otra característica importante de la VB es su posibilidad de recurrencia, es decir la reaparición del cuadro luego de un tratamiento adecuado.
Flujo característico de la VB
¿Cuáles son los síntomas?
La VB se presenta como un síndrome (conjuntos de síntomas y signos), aunque en muchos casos el cuadro puede ser totalmente asíntomático (sin síntomas). En cuanto a los síntomas (lo que manifiesta la paciente), lo mas frecuente es que la paciente presente flujo vaginal anormal, más abundante y con olor ( a pescado). En las relaciones sexuales el olor puede exacerbarse. Otros síntomas son ardor, prurito o quemazón vulvovaginal, dolor en las relaciones sexuales o menstruación con olor fétido. En cuanto a los signos (lo que el médico puede observar) presenta una elevación del pH vaginal, flujo homogéo grisáceo (signo de la pincelada), prueba de aminas (con hidróxido de potasio) con olor a pescado y durante el estudio por medio del microscopio se pueden ver unas células llamadas “Clue cells” o células guías para el diagnóstico. Para el diagnóstico el profesional tomará una muestra del flujo vaginal, mediante un espéculo, que enviará luego al laboratorio para su análisis.
“CLUE CELL”
¿Cuáles son las potenciales complicaciones de la VB?
En la mujer no embarazada: facilita la adquisición de HIV, favorece las infecciones pelvianas (salpingitis, endometritis) e incrementa el riesgo de infecciones postoperatorias en cirugías ginecológicas.
En la mujer embarazada: abortos espontáneos, partos prematuros, ruptura prematura de las membranas ovulares e infecciones post parto o post cesárea.
Factores predisponentes de Vaginosis Bacteriana
La edad es un factor de riesgo, es mas frecuente en mujeres en edad reproductiva y menos frecuente en la postmenopausia o en la mujer prepuber. Es hace pensar que existiría una dependencia hormonal para la aparición de VB. También se encuentra con mayor frecuencia asociado al tabaquismo, el cambio de pareja sexual, relaciones sexuales orogenitales (cunnilingus). Sin lugar a dudas uno de los factores predisponentes modificables más importante para la aparición de VB es el lavado vaginal interno (uso de bidet, peras de irrigación, etc.). Un factor predisponente aún en controversia es el uso del dispositivo intrauterino
¿Cómo se trata esta infección?
Dado que se trata de un cuadro infeccioso, habitualmente se recurre a un tratamiento antibiótico que permita erradicar la infección. Es común que haya fracasos con los tratamientos convencionales (del 30 al 40% de los casos), por lo que es aconsejable por lo menos un examen clínico, generalmente luego del mes de realizado el tratamiento. Con el objetivo de mejorar la eficacia de los tratamientos convencionales y en casos de recurrencias de la infección actualmente se disponen de tratamientos no antibióticos como la vitamina C (tabletas vaginales de ácido ascórbico) que permitiría lograr una acidificación mayor del pH vaginal o los lactobacilos (en óvulos) que facilitarían el restablecimiento del ecosistema vaginal.
Recomendaciones para la prevención de infecciones vaginales
- Procure no utilizar protectores diarios, menos de tipo perfumados.
- En lo posible use ropa interior de hilo o algodón, no de nylon ni de tejidos sintéticos, para permitir que la zona genital tenga mejor aireación.
- Procure no realizar lavados vaginales internos, ya que pueden alterar el ecosistema y aumentar el riesgo de infección.
- Cuando realice el aseo genital hágalo sólo con abundante agua. Es aconsejable no utilizar desodorantes íntimos de ningún tipo. Se aconseja el uso de jabones neutros (blanco de lavar ropa o de glicerina)
- Limpie de adelante hacia atrás luego de usar el inodoro. De este modo evitará la propagación de bacterias fecales a su vagina.
- Procure que su pareja sexual utilice preservativo. Esto le ayudará a evitar la adquisición y propagación de ciertas infecciones de transmisión sexual
- Si presenta vaginosis bacteriana de modo recurrente no se automedique y consulte a su médico para identificar la causa del problema y su mejor tratamiento.